Dejar de fumar, un fenómeno contagioso.

Investigadores estadounidenses muestran en un trabajo que ha analizado las tendencias de las tres últimas décadas que la cesación tabáquica es más un acto de grupo que individual.
Un artículo publicado en el último número de "The New England Journal of Medicine" muestra que el abandono del hábito tabáquico es muy a menudo un acto social.

Sus autores, de la Facultad de Medicina de Harvard y de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos), señalan que, en las tres últimas décadas, el número de fumadores estadounidenses ha descendido de una forma constante. Si bien en esta disminución han tenido un papel indiscutible los profesionales dedicados a la salud pública, lo que no ha sido tan obvio es el papel de las fuerzas sociales y culturales que han conducido a cada cual a abandonar el consumo de tabaco.

Es decir, lo que han observado en su estudio longitudinal a lo largo de 32 años es que la gente deja de fumar en masa. A través de la reconstrucción de la red social de más de 12.000 individuos, los investigadores han descubierto que los actos de cesación tabáquica ocurren más a menudo en grupo.

"Hemos observado que cuando analizamos grande
s redes sociales, grupos enteros de personas dejan de fumar a la vez, aunque tal vez no saben que otras lo están haciendo", declaran los autores.

Los investigadores recrearon los patrones sociales de las personas del estudio para comprobar cómo la salud se correlaciona con la red social individual. Analizaron los cambios familiares de cada participante –nacimiento, matrimonio, muerte y divorcio-, así como información de sus amistades más cercanas, compañeros de trabajo y vecinos.

De hecho, el año pasado ya mostraron en otra investigación como la obesidad se extiende a través de las redes sociales. Utilizando los mismos datos, aplicaron su metodología para estudiar las tendencias de cesación tabáquica en la misma población.

De ese modo llegaron a esa conclusión de que la gente deja de fumar en grupo y no tanto individualmente. También observaron reacciones en cadena que avanzan de persona a persona. El mayor nivel de educación de las personas se asocia asimismo a este fenómeno, de manera que la conducta tendente a dejar de fumar en grupos es mayor entre individuos de mayor formación educativa.

En este contexto, según los resultados del estudio, también es preciso constatar que los fumadores han sido cada vez más marginados en las redes sociales, algo que no ocurría en 1971, primer año del que se han recogido datos para esta investigación.


New England Journal of Medicine 2008;358:2249-2258

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